Con la introducción de esta nueva cobertura, sin duda beneficiosa para los asegurados, hemos detectado una incidencia que no queremos dejar de resaltar: la posibilidad que esta cobertura se solape con la cobertura de daños eléctricos.
La diferencia es importante ya que la nueva cobertura de reparación de electrodomésticos tiene una serie de restricciones y limitaciones que no tiene la cobertura de daños eléctricos.
En efecto, normalmente las compañías de seguros que tienen la cobertura de reparación de electrodomésticos, solo para los de gama blanca, suelen limitar el servicio a 1 o 2 veces al año, la reparación suele tener un límite de cantidad y el aparato una antigüedad determinada. Cada intervención incluirá el coste de las piezas o materiales empleados, los gastos de desplazamiento y mano de obra. Si la reparación no se puede efectuar la aseguradora se limita, sin más, a ofrecer la cobertura de asistencia o a recomendar la compra de un nuevo electrodoméstico.
Pero al no tener claro cuál es el origen nos podríamos encontrar con un aparato dañado por un cortocircuito, una corriente anormal o una sobretensión, es decir, un daño eléctrico que las aseguradoras no suelen limitar los servicios en el año, cubre una posible indemnización y, normalmente, suelen tener también un límite en la antigüedad.
Como vemos el tratamiento es distinto por lo que siempre es aconsejable asesorarse convenientemente dado que nos podríamos encontrar con un daño en el electrodoméstico por la cobertura de daños eléctricos que es gestionado como una reparación de electrodoméstico, agotando los servicios que la aseguradora da al año.
Federico Martínez de la Puente. Abogado Seguros CEA