El correcto aseguramiento de la autoescuela en los casos de accidentes, tanto de automóvil como de motos, es un elemento esencial para la seguridad tanto para éstas como para los alumnos que reciben las clases.
La práctica de inicio de la conducción en ambos vehículos requiere una preparación que ya se especializa en las autoescuelas, pero conllevan un riesgo cuando se examinan en las vías urbanas o en los circuitos de prácticas para las motos. Por desgracia, el accidente puede producirse.
En el caso de que exista un accidente de coche, hay que tener en cuenta siempre la responsabilidad del mismo, pues no tiene el mismo tratamiento un accidente con culpa nuestra o de una tercera persona. La consideración legal de que el profesor siempre es el conductor del vehículo allana la problemática que pueda surgir.
Para el supuesto del accidente de moto o ciclomotores, la problemática surge en relación a la responsabilidad de los alumnos, ya que estos vehículos solo son conducidos por ellos cuando sufren una caída por impericia. Así como en el automóvil, las aseguradoras no ponen problemas, en este caso concreto, las autoescuelas deben de tener una cobertura específica para cubrir los daños que pueda sufrir el alumno.
Los daños materiales de la moto no suelen estar cubiertos, ya que, normalmente, las autoescuelas tienen este tipo de vehículos asegurados “a terceros”, con más o menos coberturas, pero las lesiones, si no existe un buen seguro de cobertura a esta incidencia, puede generar problemas.
La base para evitar cualquier problema la encontramos en la póliza que se contrate, buscando siempre la mejor cobertura para evitar que la autoescuela pueda tener problemas graves en caso de accidente. La labor de un mediador es importante ya que conoce el problema, y puede ayudar a buscar un seguro adecuado.
Federico Martínez de la Puente. Abogado Seguros CEA