Cada día, miles de personas realizan operaciones online: compras, banca digital, redes sociales, videollamadas, trabajo remoto… Pero ¿qué pasa si sufres robos de contraseñas, hackeos de cuentas bancarias, filtraciones de información personal, o suplantación de identidad?
Un seguro de ciberseguridad para particulares te protege frente a los principales ciberriesgos y te ofrece asistencia técnica y legal cuando más lo necesitas.
Aquí te explicamos qué cubre, cómo funciona y cuándo realmente vale la pena tener un seguro de ciberseguridad.
Qué es un seguro contra hackeos o robo de datos
Un seguro cibernético es una póliza que protege a una persona frente a pérdidas económicas, daños a la reputación o responsabilidades legales derivadas de un ataque informático o una brecha de seguridad.
Aunque nació pensado para empresas, hoy existen versiones para particulares y familias digitales, que cubren cosas como el robo de identidad o los fraudes online.
Tipos de coberturas de un seguro de ciberseguridad:
1.- Robo o uso fraudulento de tus datos personales
En un seguro de ciberseguridad para particulares, esta cobertura indemniza los gastos derivados de que un tercero robe o use tus datos personales (DNI, contraseñas, fotos, etc.) para fraudes como apertura de cuentas o préstamos a tu nombre.
Asistencia para recuperar el control de perfiles y cuentas afectadas, incluyendo cambio de accesos y borrado de datos filtrados.
Gastos legales para denunciar la suplantación y reclamar a entidades (bancos, plataformas) que hayan autorizado operaciones fraudulentas.
2.- Compras y fraudes online
Si sufres un fraude en una compra por Internet esta cobertura protege contra pérdidas por operaciones no autorizadas como compras en sitios fraudulentos, cargos indebidos en tarjetas o transferencias bancarias tras hackeo de cuentas, o estafa digital, tendrás cobertura para recuperar tu dinero y asistencia para denunciarlo, este seguro cubre los gastos legales, el bloqueo de cuentas y la recuperación de tu reputación digital.
3.- Hackeo de dispositivos o redes personales
En un seguro de ciberseguridad para particulares, esta cobertura protege contra accesos no autorizados a tus ordenadores, móviles, routers o redes WiFi-domésticas, cubriendo daños por malware, ransomware o intrusiones que comprometan tus sistemas.
Asistencia técnica 24/7 para detectar y eliminar el hackeo, restaurar datos perdidos y recuperar el funcionamiento normal de dispositivos.
Indemnización por pérdidas económicas directas (ej. rescates pagados o costes de expertos) y reembolso de gastos en herramientas de recuperación.
Análisis de vulnerabilidades en la red, antiransomware y monitorización continua para prevenir reataques futuros.
4.- Protección en redes sociales
Si tú o un miembro de tu familia sufrís ciberacoso, difamación o chantaje en plataformas de redes sociales como Facebook, Instagram o Twitter, el seguro cubre el asesoramiento psicológico, legal y técnico necesario para eliminar el contenido y proteger tu imagen incluyendo recuperación de cuentas y gestión de daños a la reputación. Reembolso de gastos por ciberacoso (abogados, psicólogos) y borrado digital de datos personales publicados sin consentimiento.
Monitorización de tu imagen online y herramientas para suprimir información que vulnere tu privacidad en redes.
🔒 Protege tu vida digital con un seguro de ciberseguridad para particulares
Cubre robo de identidad, fraudes online, hackeos de cuentas y dispositivos, ciberacoso y daños a tu reputación digital, con asistencia técnica y legal 24/7.
Te ayudamos a elegir la mejor protección para ti y tu familia, sin compromiso.
5.- Daños psicológicos o reputacionales
Algunos seguros incluyen atención psicológica si el ataque causa estrés, acoso o exposición pública.
6.- Responsabilidad frente a terceros
La cobertura de responsabilidad frente a terceros en un seguro de ciberseguridad para particulares protege en caso de que, por acciones u omisiones del asegurado, se causen daños o pérdidas a terceros relacionados con incidentes cibernéticos.
Esto incluye:
-
Indemnizaciones por daños causados a terceros por robo o pérdida de información personal o datos digitales que el asegurado custodia o gestiona.
-
Gastos de defensa jurídica para responder frente a reclamaciones y demandas de terceros afectados debido a vulneraciones de privacidad o seguridad digital.
-
Cobertura frente a reclamaciones por transmisión de virus o malware a dispositivos de terceros que cause daños y perjuicios.
-
Protección ante sanciones administrativas por incumplimiento de normativas de protección de datos que afecten a terceros.
En resumen, esta cobertura protege tu patrimonio y te respalda legalmente si causas un daño involuntario a otra persona o empresa por problemas derivados de tus sistemas, datos o actividad digital.
Lo que no cubre un seguro de ciberseguridad particular
Un seguro de ciberseguridad para particulares no cubre incidentes intencionales causados por el asegurado o altos cargos, fallos de infraestructura externa (como cortes de luz o internet), ni daños por equipos obsoletos o mal mantenidos.
Exclusiones habituales
-
Actos dolosos o negligencia grave del asegurado, como compartir contraseñas voluntariamente o no actualizar software.
-
Incidentes previos a la contratación de la póliza o en ámbito profesional/empresarial (solo cubre uso personal).
-
Daños físicos a hardware, infracciones de propiedad intelectual (uso de software pirata) o ciberataques a gran escala como guerra cibernética.
-
Sanciones administrativas por RGPD o brechas no derivadas directamente del ciberataque cubierto.
Beneficios de contratar un seguro de ciberseguridad personal
-
Protección económica ante fraudes y pérdidas por ciberdelitos.
-
Asesoramiento legal y técnico especializado en delitos informáticos.
-
Recuperación de datos y restauración de sistemas tras un ataque.
-
Defensa de tu reputación digital y apoyo psicológico si lo necesitas.
-
Tranquilidad 24/7: asistencia inmediata ante cualquier incidente cibernético.
-
Los ciberataques ya no son cosa de grandes empresas: cualquiera con un móvil o una cuenta online puede ser víctima.
Un seguro de protección digital no evita el hackeo, pero sí puede ahorrarte mucho dinero, tiempo y angustia.
En un mundo donde vivimos cada vez más conectados, este tipo de cobertura se está convirtiendo en el nuevo “seguro del siglo XXI”.
Casos reales donde este seguro te ayuda
Compras online fraudulentas
María, 42 años – Madrid
María compró unos billetes de avión en una web que parecía oficial. Días después, descubrió que la página era falsa y que habían hecho cargos por más de 800 €. Gracias a su seguro de ciberseguridad, pudo denunciar el fraude, recuperar su dinero y bloquear sus datos personales.
Cobertura aplicada: Fraudes en compras online y asistencia legal especializada.
Suplantación de identidad en redes sociales
Javier, 28 años – Valencia
Un desconocido clonó su perfil de Instagram y comenzó a pedir dinero a sus contactos. Javier denunció el caso, pero el proceso fue lento. Su seguro activó un equipo de respuesta digital que gestionó la eliminación del perfil falso y presentó la denuncia ante las autoridades.
Cobertura aplicada: Protección de identidad digital y defensa jurídica.
Virus y bloqueo del ordenador (ransomware)
Carlos, 50 años – Bilbao
Una mañana, Carlos encendió su ordenador y encontró un mensaje pidiendo un “rescate” en criptomonedas para recuperar sus archivos. El equipo técnico del seguro accedió de forma remota, eliminó el malware y restauró sus datos sin pagar el rescate.
Cobertura aplicada: Asistencia informática, eliminación de malware y recuperación de datos.
Robo de datos bancarios
Lucía, 37 años – Málaga
Lucía recibió un correo del “banco” pidiéndole verificar su cuenta. Introdujo sus datos sin sospechar nada. Horas después, detectó movimientos sospechosos. El seguro cubrió los gastos del fraude y la ayudó a reforzar su seguridad digital.
Cobertura aplicada: Protección frente a phishing y fraudes bancarios.
El robo del móvil y la cuenta iCloud
Ana, 52 años- Sevilla
Ana perdió su iPhone en el metro; el ladrón activó el modo de recuperación remota vía iCloud, robó sus fotos personales y exigió un rescate para no publicarlas. Su póliza de protección digital activó soporte 24/7: borraron los datos filtrados, cambiaron accesos y cubrieron los costes psicológicos por el estrés.
Cobertura aplicada: asistencia informática 24/7 para recuperación remota de datos, borrado digital de filtraciones y reembolso de gastos psicológicos por extorsión.
Departamento de Comunicación Seguros CEA
