El fallecimiento de una persona no solo genera una pérdida en términos emocionales, sino también en la capacidad de sostenimiento de una cierta calidad de vida familiar, desde el cumplimiento de compromisos financieros, por ejemplo, la hipoteca, a la viabilidad de proyectos de vida, como pueden ser los estudios de los hijos.
¿El nivel de vida de tu familia depende de tus ingresos?
