Como cada año en esta época, los amantes de este deporte se preparan para disfrutar de su actividad preferida.
Sabiendo que la práctica de los deportes de nieve conlleva ciertos riesgos, tomar las medidas necesarias para protegerse de los efectos derivados de un accidente en la estación de invierno y sus posibles consecuencias, es no solo recomendable sino estimamos que necesario.
Cada vez hay más auge en este tipo de deportes y las compañías de seguros comercializan productos específicos cuyas garantías y coberturas en el seguro de esquí van desde la cobertura de gastos médicos por enfermedad o accidente hasta la responsabilidad civil privada por daños a terceros, el aseguramiento del equipaje y la pérdida de clases de esquí o del forfait a consecuencia de un accidente, no limitándose a la tradicional práctica del esquí, sino dando cobertura a contingencias derivadas de la práctica de otros deportes relacionados con la nieve, como por ejemplo el snowboard entre otros.
Los seguros inicialmente se plantean, para su oferta, las necesidades del esquiador desde una perspectiva de tiempo (si la práctica se realiza una sola vez o durante toda la temporada), o de ubicación geográfica (pista nacional o internacional), ofertando posteriormente las diferentes coberturas de su seguro de esquí.
Entre esas coberturas hay que destacar la de rescate en pista, pues si su coste no está amparado por un seguro deberá ser abonado por el propio lesionado. Las aseguradoras suelen incluir también la garantía de repatriación del accidentado a su domicilio habitual, pero no incluyen, normalmente, el tratamiento que tengan que seguir por las lesiones producidas.
Existen otras coberturas para las personas, equipajes, demoras de vuelos o responsabilidad civil, coberturas que deberían ser estudiadas antes de su contratación para ver la verdadera necesidad de su contratación lo que hace recomendable estar bien asesorado cuando se contrate el seguro.
Federico Martínez de la Puente. Abogado Seguros CEA