En la temporada de esquí los amantes de este deporte realizan su actividad preferida, pero toman la precaución de cubrirse ante las eventualidades en forma de accidente que se dan en este deporte.
Esta protección la encontramos en los seguros esquí y snowboard que las aseguradoras ofrecen a los esquiadores buscando, con coberturas establecidas a tal fin, la tranquilidad de saber que van a ser atendidos.
Las aseguradoras suelen cubrir las posibles incidencias que puedan surgir con diferente prima, dependiendo del ámbito geográfico y estaciones de esquí donde se realice la actividad, bien sea Sierra Nevada, Candanchu, Formigal, Cerler, Baqueira Beret, Alpes franceses, Valdelinares, Grandvalira, etc, incluyendo la garantía de repatriación del accidentado a su domicilio habitual, pero no incluyen, normalmente, el tratamiento que tengan que seguir por las lesiones producidas.
Dentro de las garantías existen coberturas importantes como son: los gastos de rescate en pista, pérdida de forfait, trasladando al herido desde la pista hasta el centro médico de las instalaciones de la estación de esquí.
Normalmente, y sobre todo para los esquiadores noveles, al acceder a las pistas se suelen contratar clases y, con el fin de proteger el coste que ello conlleva, se suele contratar una indemnización para que, si no se pueden dar esas clases como consecuencia de un accidente, la aseguradora las indemnice. El mismo caso ocurriría con el forfait no utilizado, pues mediante este seguro se cubriría la indemnización de los días no disfrutados como consecuencia del accidente.
Como vemos las garantías pueden variar, pero la idea básica es que la práctica del esquí o snowboard conlleva la posibilidad de un percance que conviene tener previsto para paliar, en lo posible, sus consecuencias.
Federico Martínez de la Puente. Abogado Seguros CEA