Los seguros individuales de ahorro a largo plazo (Sialp), creados a raíz de la reforma fiscal de 2014 para incentivar el ahorro privado, es un nuevo instrumento dirigido a pequeños inversores cuya especialidad radica en la exención de las rentas generadas por el seguro de vida a través del cual se canalice dicho ahorro siempre que se aporten cantidades inferiores a 5000 € anuales y transcurran al menos 5 años desde su primera aportación.
Al pensar en el futuro, el ahorro a largo plazo es poner tener un “colchón” que puede servir de gran ayuda para cubrir imprevistos o simplemente vivir sin preocupaciones económicas durante un tiempo. Para este fin, como vemos, surgen estos productos que se instrumentan a través de seguros individuales de vida (no PPA) celebrados con una entidad aseguradora, y el contribuyente solo puede ser titular, de forma simultanea, de una Sialp, no pudiendo hacer aportaciones superiores a 5000 € anuales en ninguno de los ejercicios de vigencia del plan. Cuando se contrata un Sialp se está realizando un seguro de vida en el que el que contrata es el asegurado y el beneficiario salvo cuando se dé el caso de fallecimiento.
La garantía que tiene este producto es que la entidad aseguradora está obligada a garantizar el 85% del capital invertido al vencimiento del seguro, con independencia de la rentabilidad que cada aseguradora consiga para sus asegurados. Es importante resaltar también que el Sialp, al llegar a su vencimiento, se puede reinvertir en otro sin que se tribute por ello y sin que el límite de los 5000 € compute, lo que se traduce en un ahorro a aún mas largo plazo con las mismas ventajas fiscales.
Estas ventajas han convencido, según las informaciones al cierre del año 2015, a 284.126 personas con una aportación de 900 millones de euros en su primer año de vida, datos que demuestran la bondad de este producto.
Federico Martínez de la Puente. Abogado Seguros CEA