La no obligatoriedad de un seguro de hogar puede hacernos pensar que es una carga económica que podemos evitar, pero desde nuestro punto de vista un seguro de hogar supone una garantía frente a posibles reclamaciones y daños que nos pudieran reclamar o sufrir en nuestro domicilio y cuyo coste si que sería completamente perjudicial para nuestra economía.
En definitiva, creemos que un seguro de hogar, correctamente contratado, puede ser una medida de ahorro. Por ejemplo, ¿Qué coste tendría una fuga de agua en nuestra vivienda que dañara pared, tarima/parqué y que afectara a un alicatado que ya no se fabrica? La respuesta es fácil de conocer y si, por desgracia, ocurre ya tenemos un elemento de ahorro importante. La cobertura de daños por agua cubriría esta contingencia, incluyendo, en su caso, la cobertura de daños estéticos.
Una vez determinada la necesidad de la contratación de este tipo de seguro lo primero que hay que hacer es informarse a través de un mediador que le hará una comparativa buscando el seguro que mejor se ajuste a sus necesidades. Buscar un seguro no dando la valoración correcta de nuestra vivienda, tanto en su continente como en su contenido, solo puede acarrear problemas en el momento del siniestro pues seriamos indemnizados en base a los valores contratados y no a los reales. La valoración correcta de nuestra vivienda es pues un paso esencial para dar el coste real del seguro y poder así afrontar sin problemas un siniestro que, por desgracia, pueda sobrevenir.
La prima de los seguros de hogar viene determinada por varios elementos además de por su valor de continente o contenido, como puede ser su uso (propiedad, alquiler, segunda vivienda…), su ubicación (urbana, en zona no habitada…), tipo de edificación (piso, chalé…) etc, elementos que deben ser valorados, como decíamos anteriormente, por un experto.
Por último, es importante resaltar, por su importancia que el valor del continente no se asegura por el valor de venta sino por el capital necesario para volver a reconstruir la casa o el piso siniestrado. Si lo aseguras por el precio del mercado, se estará incurriendo en sobreseguro y estarás pagando más prima para nada, ya que, si pasa algo, las compañías sólo indemnizarán con lo que crean que es necesario para reconstruir la vivienda.
Federico Martínez de la Puente. Abogado Seguros CEA