El gran número de seguros de autos actualmente vigentes genera que las aseguradoras, en defensa de los intereses de sus clientes, realicen convenios con el conjunto de agentes económicos y sociales implicados en la gestión de los siniestros de tráfico.
Este concepto que aparece en las condiciones generales de las pólizas como pérdida total o siniestro total, surge cuando el importe de la reparación de los daños del vehículo, después de un accidente, supera el denominado valor de mercado o valor venal.
En España la mayoría de las aseguradoras de automóvil utilizan un sistema de tarificación denominado “bonus/malus”, mediante cual se efectúan bonificaciones o aumentos en las primas de las pólizas, atendiendo a que a las mismas les haya afectado o no algún siniestro y de acuerdo con unas normas previamente establecidas.
El actual sistema de gestión de la mayoría de los siniestros entre las aseguradoras, con aplicación de los convenios que tienen suscritos, conlleva unos trámites limitados en el tiempo para que, por vía amistosa, se puedan solucionar la mayoría de ellos.
La reiterada información que se recibe para que llevemos en el coche el parte amistoso y que aprendamos a cumplimentarlo correctamente, son hechos que nunca viene mal tener presentes, pero ¿cuál es su finalidad?
La franquicia consiste en un porcentaje o cantidad fija que la compañía de seguros pacta con el asegurado en el contrato de seguro. La franquicia es la cantidad de dinero que el asegurado asume en cada siniestro, es decir, es el importe que queda exento de cobertura por parte de la aseguradora.
Una de las causas de siniestro que con más frecuencia se presenta a los mediadores o en las aseguradoras es la de la colisión en una glorieta en la que uno de los vehículos implicados no ha respetado las normas que rigen para circular por ellas.
Un contrato de seguro de coche está integrado por distintas figuras jurídicas: el dueño del vehículo, el tomador del seguro, el conductor principal… La ley no recoge ningún impedimento para que estas figuras recaigan sobre personas distintas, aunque sí que es cierto que hay algunas aseguradoras que exigen que algunas de ellas coincidan en un único usuario.
Las consecuencias de un accidente de tráfico no quedan limitadas siempre a los daños materiales sino que, por desgracia, algunas veces conllevan lesiones de mayor o menor gravedad o incluso el fallecimiento.
El fraude, es una acción o comportamiento del asegurado que de manera intencionada utiliza el seguro que tiene contratado para buscar un beneficio económico propio declarando con engaño algún siniestro en la aseguradora para lucrarse.
Hoy en día abrir un negocio es el sueño de mucho emprendedor y requiere de una gran inversión, por ello que no solo hay que estudiar el tipo de negocio, sino también en donde aperturarlo y de que inversión disponemos.
Con independencia del seguro que se trate, existen muchas reclamaciones sobre el problema del abono del importe mínimo de la indemnización en caso de siniestro.
A la hora de contratar un seguro, las aseguradoras quieren tener la mayor información disponible sobre su posible futuro asegurado, y para ello han creado el denominado Fichero Histórico de Seguros de Automóviles, conocido como fichero SINCO.
El alto número de accidentes que con carácter grave o leve se producen anualmente dan una idea de los posibles daños que afecten a elementos de seguridad del vehículo.
Aquellas aseguradoras que poseen el sistema de bonificación denominado bonus/malus, atienden numerosas consultas generadas al vencimiento de la póliza en el momento en que los asegurados reciben la notificación de la prima a abonar, detectando un incremento de la misma en su póliza.
La prima del seguro, es decir, el coste que tenemos que abonar al hacernos el seguro, no es un importe que se imponga al azar, sino que en él intervienen varios elementos que justifican su cuantía.
Al contratar un seguro para la casa no solo estamos garantizando una protección para el continente y el contenido de la vivienda, sino que se contratan otras interesantes coberturas para protegernos y proteger a nuestra familia fuera del domicilio familiar.
Tras la correspondiente presentación de una declaración de siniestro a la aseguradora, sea por vía de su mediador o directamente en la compañía, puede ocurrir que esta rechace el siniestro o no pague la totalidad del daño reclamado.
Los vehículos clásicos son aquellos que aun reuniendo los requisitos de los vehículos históricos no han realizado los trámites administrativos necesarios para tener tal calificación.
Una vez que se ha producido el siniestro, y siendo conocedores de que la cobertura de los daños debe ser cubiertos por el Consorcio de Compensación de Seguros, surge la duda de que como gestionarlo para ser atendido.
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Nuestros asegurados opinan
Ainhoa B.
"Me hice hace poco el seguro con ellos, porque aparte que son baratísimos los precios que me ofrecieron, tienes el magnífico asesoramiento de su personal que no en todos los sitios te lo dan. Me dan mucha confianza y muy recomendable".
Rafael S.
"Facilidad para la tramitación de siniestros, seguimiento del parte a la aseguradora, y rapidez en la gestión con la peritación y demás trámites".
Antonio J.
"Rapidez, eficacia y variedad en todo tipo de seguros. Muy recomendable"
Miguel Ángel A.
"Buen precio, ágil gestión y buena atención".
Rubén A.
"Excelente precio y trato. Personal amable y respuesta rápida. Muy buena aseguradora".
Vicente M.
"Trato y profesionalidad excelente, a la vez que precios muy competitivos".